Interrail v.3

Y aquí llegó el tercer día de nuestro interrail, que ya para adelantar, fue bastante bueno y muy completo, en una ciudad que yo jamás había visitado pero de la que siempre había escuchado cosas geniales. No se quedaron cortos y París me encantó. Quizás no vimos todo cuanto quería pero, en dos días que tuvimos, aprovechamos todo y más. 

Nos habíamos quedado en la parte INQUIETANTE en la que nosotras teníamos dos billetes mal, pues teniendo que ser para la misma noche, nos los habían dado con un día de diferencia. Nerviosas, fuimos hasta Toulouse (bueno, no tan nerviosas, la verdad) y allí nos encontramos con el revisor. María (que es la que sabe francés) le preguntó, y como respuesta nos dijo que fuéramos al último vagón a encontrar sitio. Hasta ahí todo bien. Felices y contentas porque pasaríamos la noche en el tren y por la mañana estaríamos en París, fuimos corriendo hasta allá. 
SIN EMBARGO el panorama... no fue como esperábamos. No había ni un solo asiento libre y el único rincón libre era ENANO y ya estaba en parte ocupado por dos personas. No nos quedaba otro remedio, así que acampamos como pudimos, y muy pero que muy incómodas, pasamos la noche en el suelo del tren. Ahora reconozco que me hace muchísima gracia, pero en aquel momento estaba extrañando más que nunca mi pijama y mi cama. 
Dibujo ilustrativo del espacio del tren

Como se puede comprobar, mi sitio fue variando (y eso que sólo he colocado dos ocasiones, necesitaría más espacio para ilustrar todas las veces que me moví). 
La noche fue MUY larga y cada vez que miraba el reloj apenas había pasado el tiempo... al menos tenía el mp3 cargado y podía estar escuchando música. 

Dejando atrás las posturas incómodas, los sueños raros y los despertares llenos de desilusión, terminamos llegando a nuestro destino: París. Y además, en París, teníamos hotel ¡Nos esperaba una ducha y una cama! Todo un paraíso.

Si mi memoria no me falla, llegamos a la Gare d'Austerlitz que según el mapa que robamos nos dieron por ahí estaba a un rato largo del hostal. Cuando salimos y el sol nos dio en la cara nos animamos de golpe. En mi caso fue como si hubiera dormido sobre nubes, se me olvidó el dolor de las malas posturas, la pena que llevaba dentro porque las cosas no salían como había planeado, el poco descanso... ¡Era París! Ese día veríamos muchísimas cosas, tenía que estar con una sonrisa en la cara (que no se me quitó en todo el día).

Así resumidito: caminamos eternas calles rectísimas hasta llegar a nuestro hostal, allí nos dijeron que la habitación aún no estaba lista pero que podíamos dejar el equipaje e irnos hasta que estuviera. Así hicimos, nos llevamos lo necesario y mucho más ligeras empezamos a hacer nuestro propio turismo. Y advierto desde aquí.. quizás la entrada quede un tanto LARGA. Haré una zona de descanso (?)

Nuestra primera parada no fue hasta la hora de comer, nos pasamos la mayor parte de la mañana caminando desde el hostal (que estaba cerca de la Plaza de la Nación) hasta Notre Dame. Pasamos rápidamente por la Plaza de la Bastilla, donde pude hacer alguna que otra foto a la columna de Julio. [La foto detallada de la estatua no es mía, la saqué de aquí.]


Estábamos algo cansadas y hambrientas. Yo no paraba de repetirme mentalmente "¿Falta mucho?". Entonces cruzamos uno de los puentes, atravesamos callejuelas llenas de edificios preciosos, la gente estaba comiendo en algunos restaurantes o bien paseaba cerca del Sena y, sin darnos cuenta, nos encontramos con una estampa así: 


Claro, mis palabras era "¿Es? Si, ¿no? O no.. ¿ya? ¿ya llegamos? ¿es eso?". Y aunque lo creáis imposible (o no), me entusiasmé de una forma que seguro os daría miedo (?) Vale, realmente no, pero sí que me puse muy contenta y tenía unas ganas de entrar enormes. De todas formas antes teníamos que comer porque nos moríamos de hambre. Compramos una barra de pan que estaba riquísima y era muy cara para ser una barra de pan corriente y moliente. Nos sentamos en el parque que hay detrás de la Catedral y nos pusimos a comprobar los móviles ¡HABÍA WIFI! No sé como, pero lo encontramos y pudimos conectarnos al mundo un rato, dar noticias y esas cosas. No recuerdo bien que hice, sé que mire el correo, mandé un par de mensajes a mis padres y quizás (sólo quizás) puse algo en el twitter. Mi móvil, que ya tenía poquísima batería, se murió pronto, así que no pude hacer más salvo disfrutar del día. 

Como iba diciendo, comimos. Estuvimos allí un ratito charlando y descansando, mirando a las personas, lo típico, hasta que en un momento alguien dijo "¿vamos ya?" Y una buena respuesta hubiera sido "SISISISISISISISISISI". 

Fuimos a la parte delantera sin asustarnos de la larguísima cola que había para esperar, pero no importaba, había mucho que mirar en la fachada de la catedral gótica. [Me queda pendiente hacer una entrada exclusiva para Notre Dame, pero prefiero hacerla con información chachi y no sacada de internet, por ahora sólo fotos y detalles :3].


Y para que sea más verídico y porque me hace ilusión... Las tres protagonistas de la historia en París :3 [Por cierto, ni caso a la foto interior borrosa, que entre mi pulso y que no se podía utilizar el flash...]


Pensamos en subir arriba pero la cola era larga y teníamos que ver un montón de cosas más, así que nos despedimos de su maravillosa arquitectura (taantas veces admirada) y nos encaminamos hacia otros lugares que teníamos que ver. Concretamente nos fuimos a otro sitio bellísimo, más pequeño pero no menos rico, lleno de colores escondidos que una vez descubiertos te dejan más que boquiabiert@. La Sainte Chapelle


~ Hora del descansito ~ 
Entra en youtube, mira al techo, descansa la vista, escribe un tuit, vete al baño, habla por el msn/skype, tomate un café... porque creo que esta entrada va a ser larguísima xD



Antes de entrar en detalle estaría bien contar mi tensión previa. Primero estuvimos dando vueltas sin parar porque no la encontrábamos, veíamos su cubierta pero no sabíamos como llegar a ella. No es que fuéramos zoquetas (que un poco si), más bien era que estaba dentro de otro edificio al que tenías que acceder primero. El caso, un lío. Y más lío fue cuando vemos que para entrar hay que pasar un control de esos que te miran la mochila a ver que llevas dentro. En mi mochila estaba la navaja de cortar el pan y como consecuencia empecé a fastidiar con mis comentarios a Cristina y a María "¿Y si me la quitan y nos quedamos sin ella? ¿Y si no me dejan pasar? ¿Y si..? ¡Y SI!". Al final, como podéis suponer, no pasó absolutamente nada. Entramos y fin. ¡Que poca acción!

Las cámaras no pueden captar todo lo que te encuentras ahí dentro. Es una pequeña iglesia de dos pisos, preciosa por dentro y por fuera. Cuando entras te centras en el decorado, ves las cubiertas coloridas, las columnas adosadas, las paredes... todo está un poco oscuro porque en ese lugar no entra demasiada luz, pero eso no te impide ver las cosas. Una vez terminas de decir "que mono todo", ves las estrechas escaleras que te dejarán ir al piso superior. Entonces subes, y estás más atento a no tropezar con la persona que va delante o con los extraños peldaños para no caerte, por lo que no te das cuenta hasta que ves a la gente mirar en todas direcciones mientras se les cae la baba. Alzas la mirada y te encuentras de lleno con todos los colores, los azules profundos son los que más te llaman la atención, y te fijas en como éstos se pegan en el suelo gracias a la luz y forman dibujos en el pavimento. Sientes que estás en otra parte. Da igual si es una iglesia, si crees o no crees, si eres de una u otra parte del mundo. Da lo mismo. Es bello y se ve. Incluso se siente. 
(Aunque para gustos hay colores y cualquiera puede decir "AAHH QUE FEO". De todos modos, si lo dicen delante de mi, puedo sacar mi navaja (?)).
No se nota que me gusta mucho ¿verdad? ¡Tenía que haber puesto más intención! Realmente cada uno lo vive como quiere :3

Sé que no necesitáis indicaciones de flechas, me hacía ilusión ponerlas è.é




Esta la pongo para comparar la foto que hizo Cristina (Izq) con el móvil y la que yo hice (Der) con una cámara. No nos podemos fiar è.é


¿Ya estás de vuelta? ¡Chachi! Entonces podemos seguir nuestro viaje (?) Cuando salimos impactadas de la Sainte Chapelle, nos sentamos un rato y nos quitamos los playeros/zapatillas porque nos dolían los pies. Estuvimos charlando felices de que veríamos después, cosas que tendríamos que comprar, bromas entre nosotras... lo normal. Aún era el tercer día, tendríamos que "soportarnos" otros 12 días más. Puedo adelantaros que, aunque con contratiempos, lo conseguimos, hicimos un viaje inolvidable :3

¡Compras! Caminamos junto al Sena mientras rebuscábamos en todos los puestecillos. Compramos postales, miramos dibujos, llaveros, imanes... ¡Había muchísimo! E incluso terminamos comprándonos Cristina y yo unas libretas muy bonitas (la mía tiene una ilustración de la Torre Eiffel), máaas y máaas postales, y recibí un regalo precioso por su parte: una cajita de música. En una tienda tenían para hacer cajitas de música, muy sencillas y bonitas, había muchísimas canciones pero sólo una me llamó diciendo "coomprame~ sabes que me deseas~". Ellas me dijeron "no te la compres, para qué?" y yo les empecé a hacer caso, hasta que salimos de la tienda y ahí estaba, mi caja de música con la canción de Romeo y Julieta de Nino Rota :3

Pasamos por el Louvre, sin entrar (aunque nos hubiera gustado), y nos hicimos fotos con la pirámide. Aquí un ejemplo chachi pistachi.



Luego nos dedicamos a caminar por los jardines porque queríamos llegar hasta la Torre Eiffel. Entre medias, nos metimos de lleno en una intrépida aventura de comprar creps. ¿Por qué intrépida? Porque aquello estaba LLENO de AVISPAS. Yo dando saltitos, escapando, gritando... todo un cuadro, vamos. Pero el crep con mermelada estaba riquísimo.
Vimos el obelisco y de lejos el Arco de Triunfo, no nos acercamos porque nos desviaríamos del camino. Nuestra fantástica guía, María, nos llevo por callejuelas hasta que la vimos. En lo alto un pico cortaba el cielo, cada vez se hacía más grande y TACHÁN. Llegamos a la torre. Había gente por todas partes, una cola larguísima y aunque queríamos subir, nos terminamos conformando con unas fotos graciosas por allí cerca. Descansamos hasta que empezó a atardecer.




Cuando nos marchamos tomamos el metro, no podíamos volver a patearnos todo lo andado (para mi era una locura). No tuvimos problemas en llegar al hostal, nos recibieron bien, subimos al cuarto y nos enamoramos de él. Tenía camas, ducha, baño... era un paraíso. No duramos mucho despiertas, la verdad. Ni sé como me quedé dormida, fue cerrar los ojos y soñar. Nos quedaban aún muchos días~ 

Fin del 3º día. Si has llegado hasta aquí, te mereces un premio y para que te lo de es necesario que lo pidas en los comentarios (?) 
Bueeno~ No sé si realmente eso llega a ser interesante, pero como me lo paso pipa recordando y escribiendo, yo lo seguiré haciendo hasta que termine :3 

Y ahora~ PREGUNTAS. ¿Has estado alguna vez en París? De no ser así ¿Te gustaría ir? Y finalmente... ¿Se te ha hecho eterna esta entrada? 

ChauChau. Gracias por llegar hasta aquí :3
Merii.

2 comentarios:

  1. ¡Preeeeeeeeeeeemio! :3 con un abrazo me basta e_e

    "¿Has estado alguna vez en París? De no ser así ¿Te gustaría ir? Y finalmente... ¿Se te ha hecho eterna esta entrada?"

    Estaba contigo, así que es obvio que fuie :D ¡y no! No es eterna, lo que pasa es que se hizo más abundante por las fotografías (vaya quemado tenía el pelo, ¿por qué nadie me dijo nada de lo horrible que estaba D: ).

    Me encantan estas entradas, seguiré leyendo y comentando todas ^^

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. AAAAW~ Una Cristina salvaje comentó! Premio mimoso entonces :3 Claro que se que has estado en París, las fotos lo demuestran (y más en las que saldremos..?). Me alegraría mucho si las siguieras leyendo y diciéndome si falta algo o si se te hace pesado :3

      Y tampoco te quedaba mal D: Todas teníamos pelos de loca en alguna que otra ocasión, no es novedad :P

      Eliminar

Gracias por comentar :3

Nuestros pingus~